Entrada 100!

Apareció un día cualquiera en la puerta de mi corazón, sin avisar...y sin llamar a la puerta siquiera.

Le sorprendí sin rumbo en mi órgano palpitante y le pedí acceso al suyo, pero me cerró las puertas en las narices. Si siquiera dejarme asomarme por las ventanas para ver lo que dentro escondía.

Mientras él campaba a sus anchas en mi corazón, rompiendo la burbuja, que con el tiempo construí, para protegerme de los intrusos como él. Así fue cómo me dejo sin protección expuesta al peligro, sin defensas...dejando que se adentrara más y más en las profundidades de mi corazón. Ya que yo perdía mi tiempo en intentar una y otra vez, sin éxito, en saltar el muro que me separaba de él.

Ahora he conseguido desahacerme de él, aunque todavía no se por cuanto tiempo, ni si será definitivo...pero al menos por ahora, ya no está. Así que aprovecharé su ausencia para reconstruir el muro derribado, los edificios en ruinas, las calles destrozadas que ha probocado él en mi, desde los cimientos. Poco a poco...con el tiempo (que lo cura todo, o al menos eso se dice...).

Tras la reconstrucción volveré a levantar esa burbuja que me rodeba, que en este caso, gracias a él se habrá vuelto más fuerte y más precavida!