Hoy dedicamos la mañana a las compras, entre las calles de la capital nepalí llenas de pequeños comercios. La verdad es que se puede encontrar cosas muy chulas y exóticas.
Como curiosidad: En uno de estos comercios donde me compre una par de faldas largas, el dependiente me preguntó sobre mi nacionalidad, y por no dar muchas expricaciones conteste lo "evidente" que era de China. Él se quedó extrañadamente extrañado y puso en duda mi respuesta y me dijo que mi ingles no tenía acento chino. A lo que le pregunte: "¿Y de dónde parece mi acento?" El me dijo que podia tener cara de China, Coreana, Japonesa, Tailandesa o incluso Filipina, pero mi acento ingles era ¡ESPAÑOL!. Me quedé sin habla...
Después de las compras hicimos las maletas y vino un coche a buscarnos para llevarnos al aeropuerto y una vez en el avión con destino a la India (pero sólo para hacer escala) nos sentamos en los asientos de la derecha con la suerte de que desde este lado se podía ver toda la cadena montañosa que separa Nepal del Tibet.
El cielo estaba despejado, y pudimos ver con toda claridad los picos de las montañas más altas del mundo. Desde lo alto, en el avión se veía todo tan pequeño, tan insignificante...Cuando en realidad ante tan majestuoso paisaje, lo insignificante somos nosotros...
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