Llegada a Bangkok, la verdad es que tampoco me imaginaba gran cosa, pero como me lo habían pintando muy bien, gente que ya había estado por aquí, me lo imaginaba ya tipo Shanghai, pero al llegar la capital de Tailandia, me decepcionó un poco.
Y para variar, no teníamos hotel reservado...Así que lo primero de todo fue buscar un sitio donde alojarnos. Y como el autobús nos había dejado en la misma Kaoshan Road (la calle más turística de Bangkok), tampoco tuvimos que buscar mucho ya que estaba llena de hostales por todas partes, encontramos uno muy majete con piscina en la azotea y allí que nos quedamos.
A lo largo del día estuvimos dando una vuelta por la ciudad, viendo algún templo, China Town, algún centro comercial,...Y Compramos entradas para un show de ladyboys para la noche.
Después de cenar, paseando por Kaoshan Road, nos encontramos a una chica china llamada Ping Zhang, que viajaba sola, así que se vino con nosotros a la actuación de la noche.
El show, estaba muy chulo, tipo musical. Interpretaban canciones muy variadas y muy actuales, y la verdad que disfrutamos mucho.
Después de la actuación de camino al hotel, Ping Zhang, nos dijo que ella se iba esa misma noche a las afueras de Bangkok, al templo del Dragón Blanco. Es un Templo donde los viernes y los sábados a las 5 de la mañana abren sus puertas y reparten 100 numero a las 100 primeras personas que llegan allí vestidos todos de blanco para hablar con el representante del Dragón Blanco de quien se dice que predice el futuro. Así que teniendo en cuenta que iba a verle gente de toda Asia (principalmente China, HongKong, Macao, Malasia, Taiwan...) Yisa y yo decidimos ir con Ping Zhang.
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